Se cumplen dos semanas desde que el pesquero bermeotarra 'Motxo' encallara en la rasa mareal de Deba. El barco sigue allí, a merced de las olas, a la espera de que se dé con una fórmula para su retirada de una zona catalogada como biotopo protegido.
Teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes de las alternativas que se plantean -desguazarlo en las rocas o arrastrarlo entero a tierra mediante maquinaria pesada-, la institución foral no descarta como fórmula que se proceda a despiezar el barco en «tres o cuatro grandes trozos» para agilizar su retirada de la zona. Se trasladaría así a tierra, donde se procedería a su desguace definitivo. La operación requeriría de «tres o cuatro días» para llevarse a cabo.
El diputado foral de Desarrollo de Medio Rural, Rafael Uribarren, compareció ayer, a petición de Aralar y EB, en la comisión de las Juntas Generales de Gipuzkoa, para explicar las actuaciones de su departamento tras el encallamiento del 'Motxo'. No en vano, aunque la Diputación no tenga competencia en la retirada del barco, el biotopo en el que descansa el pesquero se encuentra bajo su gestión. El diputado quiso restar «dramatismo» al caso puesto que, según los análisis realizados por su departamento, los daños en el ecosistema -13.000 litros de gasoil fluyeron al mar- y en la rasa mareal «han sido muy localizados y de efectos limitados».
Según explicó, para la retirada del barco se plantean tres alternativas en las que se tienen en cuenta «el plazo de tiempo -lo antes posible-, el impacto sobre el flysch y el biotopo -el menor posible- y que el precio no sea desorbitado». El coste corre a cargo de la aseguradora del armador del barco.
La primera de las alternativas supone desguazar el barco trozo a trozo en las mismas rocas. Esta opción, propuesta por los armadores del pesquero, «no es la más adecuada» para la Diputación, porque se necesitaría «mucho tiempo» para la operación, «se desconoce la influencia de los movimientos del mar» en el barco y porque conllevaría la contaminación por los restos de «soldaduras y pintura» que se quedarían en la zona. «Quizás es la más fácil pero no la más adecuada», señaló Uribarren. Por esta razón, tanto el Ministerio de Fomento como el de Medio Ambiente, así como el Gobierno Vasco, la Diputación y los ayuntamientos de Deba y Zumaia, pidieron al armador en la reunión del pasado lunes que presentara un nuevo plan para arrastrar el pesquero entero fuera del alcance de la marea para posteriormente ser despiezado. Este estudio se presentará mañana o a comienzos de la semana que viene.
La Diputación entiende que esta segunda opción sería «buena», pero también ve inconvenientes. No en vano, para mover las 120 toneladas que pesa el barco sería necesaria la participación de grúas de gran tonelaje. «Nuestra preocupación es que sería necesario utilizar maquinaria pesada. La zona de la pista es inestable y los geólogos están estudiando si es posible que por ahí pudiera pasar maquinaria pesada. Tiene su lado bueno y su lado malo».
A 50 metros de la pista
Por ello, en la Diputación no descartan una tercera alternativa que consistiría en retirar «en un plazo breve» el barco de las rocas, «despiezándolo en tres o cuatro partes» 'in situ'. De esta forma, se trasladaría a tierra y allí se procedería a su desguace. «Hay empresas que nos han asegurado que esta operación se podría realizar en tres o cuatro días», añadió. A esta circunstancia se une el hecho de que, en los últimos días, el mar ha movido el barco hacia tierra entre 150 y 200 metros. En la actualidad, el 'Motxo' se encuentra a 50 metros de la única pista de acceso.
Uribarren explicó que la solución que finalmente se tome deberá contar con el beneplácito de la Diputación, que pondrá «sus condiciones» para que «se minimice el impacto» sobre el biotopo marítimo que gestiona.
Durante la comparecencia de Uribarren, todos los junteros aprobaron la actuación de la Diputación en el suceso -técnicos forales retiraron 8 toneladas de piezas y redes de la zona- y coincidieron en reclamar explicaciones sobre qué hacía el barco en ese lugar en el momento del naufragio. Al respecto, el diputado señaló que para la Diputación lo sucedido es un «accidente» y pidió que no se realicen «juicios de valor» ni se levanten «sospechas» hasta que no se conozcan los resultados de las investigaciones.
De hecho, la Diputación tiene en su poder la 'caja azul' del barco, que será enviada para su análisis a la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos del Ministerio de Fomento. Con ella, se conocerá la posición y el recorrido que realizó el barco.